28.5.07

Artistas del Cómic - Hergé

Tintín y Milou, por Hergé (1907 - 1983)
Tintín en el país de la memoria

Por Rodrigo Fresán

Contrario a lo que se afirma, no es que uno esté regresando todo el tiempo a la infancia sino que es la infancia la que vuelve todo el tiempo sobre uno. La infancia como una de esas olas que parecen salir de la nada y que nos derriban y que —riendo y tragando agua— nos hace pensar en el remolino de lo que fue y, de pronto, de lo que es otra vez.

Todo esto para contar que, por motivos que no vienen al caso, una amiga (gracias, Florencia) acaba de regalarme (en realidad no es un regalo exactamente para mí, es un regalo para otro, un obsequio a futuro) la colección completa de Tintín. Digamos que más que el regalado vengo a ser algo así como el depositario del objeto, el administrador, el tutor que —como en esas novelas góticas— de inmediato procederá a aprovecharse del legado que no le pertenece. Y tengo que confesar que —superada la excitada felicidad de ver todos esos libros de formato inconfundible— surgió un cierto temor sagrado, ancestral. ¿Qué pasaría al abrirlos? ¿Sería fulminado por el placer de una epifánica onda expansiva surgiendo del estallido de esas páginas recuperadas? ¿O no me pasaría absolutamente nada? ¿Coincidirían mis recuerdos más o menos desdibujados con la realidad de estos dibujos de línea clara?

La nota completa, acá

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2 Comments:

Blogger El Marpla said...

ahora con esta obsesion por los numeros redondos, en todos lados se habla de Tintin.

¿era tan conocido en Argentina? Siempre lo lei, junto con Asterix, pero mas alla de vos y algun otro, no estoy seguro de que conozca mas gente que lo haya leido en su infancia

Pero no era de eso de lo que queria comentarte. El refutador de leyendas que escribio la nota que lei en un diario por aca, comentaba los cambios ideologicos de Tintin. El primer libro "en el pais de los soviets", parece que lo escribio Hergé acorde con la ideologia de la Uni Catolica para la que laburaba. Los soviets se comian a los pibes al mejor estilo Padre Grassi.

Despues, en Tintin en el Congo, que es de la entreguerra tambien, el tipo refleja la ideologia colonizadora y evangelizadora. Hay un negrito que anda todo el dia con Tintin. El muy civilizado Tintin come con cubiertos, el negrito come con las manos.

Lo loco es como va cambiando. En el libro de los 70, cuando Tintin viaja a Sudamerica, se une a los revolucionarios

29.5.07  
Blogger Blopa said...

El caso de Hergé es interesante. Siempre va a quedar atado a su pasado filofacho, como bien dice la nota, ese pecado original que es "Tintín en el País de los Soviets". Pero hay que leerla como toda obra, es decir con su evolución y contradicciones. Al menos Hergé se replanteó sus posiciones, muchos de los artistas del cómic yanqui nunca lo hicieron y lo cierto es que los grandes maestros de la historieta, sobre todo en U$A, han sido de lo más reaccionarios. Little Orphan Annie, Dick Tracy, Terry and the Pirates, todas obras que hicieron escuela, todas obras revulsivas desde lo ideológico. Acá tenemos el ejemplo de Quinterno, un muy buen historietista que era despreciable, y que usaba a Patoruzú de tribuna. Pero las cosas no funcionan de forma directa, yo he leído muchos de esos cómics y los he disfrutado, y hoy (al menos eso creo), estoy parado en la vereda de enfrente a todos esos tipos.

29.5.07  

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