La Pequeña Gran Bretaña

Little Britain es el derivado de la fusión entre Great Britain y Little England, una ironía pero también toda una definición. Walliams y Lucas no ofrecen ni invitan, sino que directamente nos tiran por la cabeza con sus sketches llenos de guarradas, donde el seco humor inglés se aplica a una Gran Bretaña lumpen, cutre, marginal, pervertida y perversa. Estafadores, travestidos, mentirosos, abusadores, racistas o simplemente idiotas, los personajes de Little Britain nos hacen reír sólo para dejarnos cierto sabor amargo, de esos que nos hacen querer más. Mientras los medios nos quieren hacer creer en la prosperidad postimperialista de la GB de Blair, la otra cara de las islas, esa Pequeña Gran Bretaña, nos escupe en la cara desde algún suburbio decadente construído por el Estado, vieja institución patriarcal que como todo patriarca, más tarde o más temprano, envejece y muere.