Muerte, no seas orgullosa
Los embajadores (1533)
Hans Holbein el Joven (1497? - 1543)
Vanidad de vanidades, porque todo es vanidad
Eclesiastés
Muerte, tú también habrás de morir
John Donne (1572 – 1631)
Hans Holbein el Joven pintó en 1533 el cuadro Los Embajadores. Dicha obra presenta como característica una calavera distorsionada en el centro inferior del espacio pictórico. Esto se debe al uso (en aquellos momentos experimental), del efecto conocido como anamorfosis. ¿Qué rol cumple esta calavera? Hay varias respuestas posibles.
Por una parte, es posible que haya sido una pequeña broma del autor, cuyo apellido significa en alemán “hueso hueco”. Así, la calavera sería su firma en un juego de palabras devenido imagen. También es probable que haya cumplido el rol de retratar el tercer nivel (la muerte), mientras que los otros dos estarían significados por los objetos superiores como el astrolabio (los cielos), y el medio por los libros y los instrumentos musicales (el mundo de los vivos).
Los personajes retratados son Jean de Dinteville (izquierda), embajador francés en Londres; y el obispo de Lavaur, Georges De Selve (derecha). El primero está vestido con ropas seculares mientras que el segundo viste un atuendo protestante. La mesa que hay entre los dos, y sus objetos, parecen insinuar una alianza entre el capitalismo y la Iglesia, un mensaje conciliador para un continente en guerra.
Sin embargo, el mensaje que nos deja Holbein es más profundo y perturbador que todo lo anterior: bajo ese mundo de vanidades y apariencias, subyace la muerte. ¿Y acaso no es la vanitas una forma de esconderse del memento mori? El autor no nos muestra la calavera en la misma perspectiva que el resto de los objetos en el cuadro, sino que mediante una ilusión óptica nos obliga a buscar otras formas, otras perspectivas para que nos sea revelada en su forma condensada aquella verdad: la de nuestro propio fin. Un mensaje dentro de un mensaje, en un espacio curvo de un juego de reflejos. Los embajadores han muerto, como lo ha hecho el pintor. También nosotros, observadores, seguiremos la misma suerte. Sólo se necesita una cuchara para ver a la calavera riendo. Riamos nosotros de ella también, para demostrarles que aún estamos vivos.
9 Comments:
Frente a la belleza de tus posts me saco el sombrero una vez mas querido Moebius. Pero, sé sincero, confesá: ademas del invalorable contributo de Hans Holbein, el resto es todo creado por vos?
Muchas gracias César, y sí, por lo general suelo escribir yo, y si estoy extrayendo de un texto directamente, creo un enlace a la fuente. De todas formas, vale decir que Wikipedia es el oráculo de Delfos de la postmodernidad. Saludos y gracias por su visita.
Yo me pregunto...
¿Qué hacen los dos filosofando a las 7 de la mañana?!!! jajaja!
Parece que la muerte se estaría riendo del embajador, diciendo: Sí vos posá, que el tapadito en el ataúd no entra!
Querido Moebius: Pido humildemente perdon por haber dudado un segundo de tus capacidades. Pero vos sabes como son estas cosas, en internet se encuentra de todo. Y es muy habitual copiar (para mi no hay nada de malo, basta citar la fuente). Respecto a wikipedia estas tan convencido de su bondad? A mi me gusta pero no lo llamaria Oraculo. O quizas si, basta recordar que el Oraculo daba "indicaciones" generales y despues habia que saber interpretarlas. Si no acordate lo que le paso a un tal Edipo
Leto: ¡es la mejor hora para filosofar! Y si es por entrar al cielo, yo seguro que no entro.
César: no hay necesidad de disculparse. En cuanto a Wikipedia, me parece una herramienta maravillosa, como siempre me han parecido las enciclopedias, cuyo concepto es después de todo completamente absurdo (la compilación de TODO lo conocido). Wikipedia se presta a la constante transformación y ampliación, y eso me parece interesantísimo. El concepto mismo de un enlace que lleva a otro es un concepto del infinito. No quiero decir que la enciclopedia sea perfecta (está lejos de serlo), sino que sirve en tanto y en cuanto me permite discernir algunas cosas y abrirme puertas a muchas otras. Ese es también el objetivo de este humilde y deliberadamente imperfecto blog. Saludos.
La Wikipedia viene a ser tu Cinta, Moebius!
Y para entrar al cielo, acá en Mardel está diluviando, así que me parece que yo tampoco entro!
no viniste ayer al final.
te perdiste un super combo poético musical...
la próxima!
besos.
Leí en algún lado que cuando se cruzaba determinada puerta del salón en que se encontraba éste cuadro, se lo veía en el ángulo correcto que revelaba la calavera. Recuerdo también que, como la mayoría de los pintores de esa época, el autor vivía de encargos del clero y de la nobleza; la calavera (signo de algo así como "muerte a la realeza") era una venganza por la obligada servidumbre del artista.
Al parecer el cuadro estaba ubicado sobre la pared de una escalera, al ascender uno en cierto ángulo, podía ver la calavera. O algo así. En cuanto a lo otro, es cierto que también se ha interpretado como un mensaje a los mecenas de turno, ya sea porque era una pequeña venganza o porque el pintor estaba tratando de demostrar su habilidad para de esa manera conseguir más encargos.
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